Prosémica
Es el término empleado por el antropólogo Edward T. Hall en 1963 para
describir las distancias medibles entre las personas mientras éstas interactúan
entre sí. El término prosémica se refiere al empleo y a la
percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad
personal; de cómo y con quién lo utiliza.
El estudio mostrado en este artículo ejemplifica
la cultura estadounidense estudiada
por Hall.
Por esta razón, es importante mencionar que en el estudio completo Edward Halhacía
notar que diferentes culturas mantienen diferentes estándares de espacio
interpersonal. En las culturas latinas,
por ejemplo, esas distancias relativas son más pequeñas, y la gente tiende a
estar más cómoda cerca de los demás. En las culturas nórdicas es
lo contrario. Darse cuenta y reconocer estas diferencias culturales mejoran el
entendimiento intercultural, y ayudan a eliminar la incomodidad que la gente
pueda sentir si la distancia interpersonal es muy grande o muy pequeña
dependiendo de la cultura con la que trate. Adicionalmente, las distancias
personales también dependen de la situación social, el género, y la preferencia
individual.
Hall dividió su estudio de la siguiente
manera: vera
Espacio fijo: es el marcado por estructuras inamovibles, como las
barreras de los países.
Espacio semifijo: espacio alrededor del cuerpo. Varía en función de
las culturas, ya que cada cultura estructura su espacio físico.
Este espacio puede ser invadido. Si se utiliza un territorio ajeno con falta de
respeto (mirar fijamente a alguien u ocupar dos asientos con bolsas cuando hay
gente de pie) se da una violación del terreno.
Por otro lado, Hall notaba que
la distancia social entre la gente, está generalmente correlacionada con la
distancia física y describía cuatro diferentes tipos de distancia. Estas
distancias serían subcategorías del espacio personal o informal.
Distancia íntima: es la distancia que se da entre 15 y 45 centímetros
(6 a 18 pulgadas). Es la más guardada por cada persona. Para que se dé esta
cercanía, las personas tienen que tener mucha confianza y en algunos casos
estarán emocionalmente unidos, pues la comunicación se realizará a través de
la mirada, el tacto y el sonido. Es la zona de los amigos, parejas, familia etc.
Dentro de esta zona se encuentra la zona inferior a unos 15 centímetros del
cuerpo, la llamada zona íntima privada.
Distancia personal: se da entre 46 y 120 centímetros (1,56 - 4 pies).
Estas distancias se dan en la oficina, reuniones, asambleas, fiestas,
conversaciones amistosas o de
trabajo. Si estiramos el brazo, llegamos a tocar la persona con la que estamos
manteniendo la conversación.
§ Distancia social:
se da entre 120 y 360
centímetros (4 - 12 pies). Es la distancia que nos separa de los extraños. Se
utiliza con las personas con quienes no tenemos ninguna relación amistosa, la
gente que no se conoce bien. Por ejemplo: la dependienta de un comercio, el
albañil, los proveedores, los nuevos empleados, etc.
§ Distancia pública:
se da a más de 360 centímetros
(12 pies) y no tiene límite. Es la distancia idónea para dirigirse a un grupo
de personas. El tono de voz es alto y esta distancia es la que se utiliza en
las conferencias, coloquios o charlas.
§
Paralingüística
La paralingüística es parte del estudio de la
comunicación humana que se interesa por los elementos que acompañan a las
emisiones propiamente lingüísticas y que
constituyen señales e indicios, normalmente no verbales, que contextualizan,
sugieren interpretaciones particulares de la información propiamente
lingüística.
Kinésica
La kinésica o quinésica estudia el significado expresivo,
apelativo o comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos
aprendidos o somato génicos, no orales, de percepción visual, auditiva o
táctil, solos o en relación con la estructura lingüística y paralingüística y con la situación comunicativa. También es conocida con el
nombre de comportamiento kinésico o lenguaje corporal.
También puede definirse como el término amplio usado para
las formas de comunicación en los que se
intervienen movimientos corporales y gestos,
en vez de (o además de) los sonidos, el lenguaje verbal u otras formas
de comunicación.
Junto con la prosémica y la paralingüística, forma parte de los tres aspectos más sobresalientes de la comunicación no verbal.
Los movimientos corporales que aportan significados
especiales a la palabra oral, durante un evento comunicativo, a veces pueden
tener una intención o no tenerla. Estos movimientos son estudiados por la
kinésica o quinésica.
A veces usamos un texto en lugar de una palabra o de un
enunciado, o dibujamos algo con las manos para complementar lo que decimos
oralmente. Por ejemplo, hacemos con los dedos índices y del corazón de las dos
manos la señal de lo que decimos va entre comillas. Por ejemplo: para indicar
que llegó tarde le damos golpecitos al reloj.
Pertenece a la categoría de los para lenguajes, que describen todas
las formas de comunicación humana no verbal. Esto incluye los movimientos más
sutiles e inconscientes, incluyendo el guiño y los movimientos leves de cejas.
Además, el lenguaje corporal puede incluir la utilización de expresiones
faciales y postura.
El para lenguaje (incluyendo el lenguaje del cuerpo) ha
sido extensamente estudiado en psicología social. En el discurso diario y la psicología popular, el término suele aplicarse al lenguaje corporal
considerado involuntario, aunque la diferencia entre lo considerado lenguaje corporal
voluntario e involuntario suele ser controvertida. Por ejemplo, una sonrisa
puede ser provocada consciente o inconscientemente.
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