jueves, 30 de enero de 2014

Tips para el crecimiento emocional

Tips para el crecimiento emocional


Piensa en positivo. Los pensamientos optimistas permiten vivir una vida más feliz y saludable. La idea es descubrir cuál es la mitad llena del vaso. Y a partir de ahí pensar cómo llenar el resto.
Cultiva los afectos Familiares y amigos pueden hacer mucho por vos con un abrazo, una llamada, una visita. La gente bien acompañada goza de mejor salud que los solitarios, sobre todo aquellos con soledad obligada, no elegida.

Ten un pasatiempo. Seguro que hay una actividad que te entretiene y hasta te apasiona. Canto, pesca, pintura, cafecito con los amigos, jardinería, ir todos los viernes al teatro o comer con tu pareja afuera una vez por semana. No permitas que excusas menores y solucionables te impidan practicar aquello que tanto bien le hace a tu estado de ánimo.
No discutas por pavadas. De la cantidad de cosas por las que nos enojamos por día, la mayor parte no tienen justificativo alguno. No vale la pena desperdiciar nuestro tiempo y buen humor por discutir cuestiones que van a ser olvidadas a los 15 minutos.

Juega. Hace cosas que te provoquen risa. Los chicos, generalmente, son felices. Claro, su día está armado alrededor del juego. Los adultos debemos recordar más a menudo cómo éramos cuando niños. No está prohibido jugar después de la secundaria.

Rodéate de cosas lindas. Pinta tu casa de colores estimulantes. Ten plantas en el balcón o la oficina. Elegí una mascota (perro, gato, hámster: hay para todos los gustos y posibilidades) que te haga compañía y te dé cariño.

Conócete. Dedica tiempo a saber más sobre vos, sobre tus sus virtudes y defectos, tus placeres y disgustos. Aprende a reconocer tu propia sensibilidad, a manejar tus reacciones.

Maneja la ansiedad. Originalmente el cerebro activa la ansiedad en momentos de peligro. Pero muchas veces lo hace ante situaciones neutras. Y nos sentimos mal ante la simple posibilidad de que algo salga mal. Hay que controlarse, dejar de idealizar, no buscar la perfección.


Revisa tu cuerpo. Enfermedades psicosomáticas, como el asma o la psoriasis, son síntomas de que algo no está funcionando en el nivel emocional. Pueden y deben tratarse desde el punto de vista clínico, pero también psicológico.

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