jueves, 30 de enero de 2014

Aceptar regalos de la empresa

Aceptar regalos de la empresa


En el mundo de la empresa y los negocios los regalos pueden ser un arma de doble filo. El regalo se hace como gesto de cortesía pero en algunas ocasiones puede ser malinterpretado, sobre todo cuando el regalo no es adecuado.
El decálogo del regalo empresarial es una buena "herramienta" para saber a qué atenerse en cada momento. Muchas empresas deberían incluirlo dentro de su normativa o reglamento interno.
   1. Es aceptable recibir un obsequio o una invitación a comer siempre que sea de un importe muy razonable.
   2. Está totalmente prohibido recibir dinero en metálico o en cualquier otro formato que suponga recibir dinero.
   3. Se debe prohibir recibir regalos de alto valor nominal. Regalos demasiado caros u ostentosos.
   4. No se deben hacer o aceptar regalos -salvo contadas excepciones- anteriores a una negociación importante o antes de la firma de un contrato.
   5. No es correcto hacer regalos a personas ajenas a cualquier relación que tenga con el personal de una empresa. Tampoco se deben aceptar obsequios de personas desconocidas o con una relación muy esporádica, salvo que sean de carácter publicitario.
   6. No es correcto hacer regalos en público -salvo material promocional-, que podrían ser malinterpretados por el resto del personal de una empresa. El regalo debe ser tan discreto en su contenido como en la forma de entregarlo.
   7. Cuando vaya a hacer o a aceptar un regalo tenga en cuenta la posición del empleado. Una diferencia notable de posición o cargo puede demostrar que se quiere influir en cualquier decisión a tomar con respecto a un determinado tema.
   8. Los viajes, disfrute de vehículos u otros objetos, invitaciones a pasar unos días en una casa de la empresa, etc. son también regalos, aunque no vayan envueltos en un papel de regalo. No se deben aceptar salvo que haya alguna razón importante para ello y beneficie a la empresa.
   9. Los regalos de empresa no son regalos sociales; no hay que devolverlos, salvo si es una invitación a comer. No hay que devolverlos, pero si hay que agradecerlos.
   10. Si alguno de los regalos o invitaciones cree que están fuera de lugar hay que rechazarlo sin dudar ni un instante. Su reputación y la de su empresa están en juego.



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